La pasión de la afición del Levante UD se refleja en largas colas para renovar abonos y su fidelidad consolidada desde los años 70
La lealtad y pasión de la afición del Levante UD se reflejan en largas colas y una base sólida que mantiene vivo el espíritu del club.

Las oficinas del estadio del Levante UD han sido escenario de largas colas durante la renovación de abonos para la próxima temporada, reflejando la pasión activa y creciente de su afición, que va más allá de Valencia y cuenta con una base sólida de seguidores que ha aumentado desde los años 70. La fidelidad de los aficionados granota es evidente, ya que su masa social es madura, leal y no se deja influir fácilmente por las ganancias fáciles de otros clubes, lo que requiere de fe y convicción para ser del Levante.
Desde sus inicios, la afición del Levante ha demostrado ser una de las más comprometidas y arraigadas, tanto en la ciudad como fuera de ella. Hace décadas, ser seguidor del Levante en un colegio era algo minoritario y casi una rareza, dado que en esa época dominaba el fútbol local el Valencia. Sin embargo, con el tiempo, especialmente a partir de los años 80 y 90, el levantinismo ha ido creciendo en reconocimiento y popularidad, extendiéndose más allá de las fronteras de Valencia y formando una comunidad que mantiene viva la pasión por el club a pesar de los altibajos.
Hoy, esta afición, compuesta por generaciones que han visto al Levante en distintas categorías, refleja un ADN 100% granota. La fidelidad de los seguidores más antiguos se mantiene intacta, incluso ante desafíos y contratiempos, igual que en su juventud. Ser del Levante requiere una profunda convicción, ya que las posibilidades de éxito no siempre están garantizadas, y la base social madura que sustenta al club está acostumbrada a afrontar disgustos y golpes sin abandonar su amor incondicional. La pasión por el Levante se ha convertido en un vínculo que supera dificultades y fortalece un carácter de fidelidad difícil de quebrantar.