Castolo FC

La fanfarre Biotzatarrak celebra 40 años de historia y tradición en Vitoria

Celebrando cuatro décadas de música, comunidad y tradición, la fanfarre Biotzatarrak se consolidó como símbolo de alegría en Vitoria.

Descripción

La fanfarre Biotzatarrak celebra sus 40 años de historia, un aniversario que refleja cuatro décadas de vivencias, música y comunidad. Desde su fundación, esta agrupación se ha consolidado como el principal grupo de animación del Baskonia, generando recuerdos imborrables tanto para sus integrantes como para quienes los han acompañado en eventos deportivos y festividades en Vitoria.

Uno de los miembros más veteranos, Iñaki Ruiz de Viñaspre, conocido como «Banano», ingresó en la fanfarre con 13 años y ahora, con 54, siente que la agrupación forma parte de su vida. «Entré con muchas ganas y la fanfarre es parte de mi familia. Mis amigos se han convertido en una extensión de mí, y la música me divierte y ayuda a entretener a la gente», comenta. Iñaki rememora cómo surgió la agrupación, tras la salida de Zaleak, cuando con amigos del colegio Corazonistas comenzaron a formar su primer cuerpo musical con los instrumentos disponibles y muchas ganas de aprender y divertirse.

La incorporación de nuevos integrantes a lo largo de los años refleja la esencia inclusiva y familiar de Biotzatarrak. Pako, que comenzó en 1985 con 11 años, recuerda cómo respondió a un cartel en busca de músicos y pasó de tocar clarinete a trombón. Mireya, «Mitx», se unió en 1996 tras una actuación en un campeonato de baloncesto. Marta, apodada «Wilma», lleva una década en la agrupación, y Juan Camilo, el más reciente, llegó desde Colombia, integrándose rápidamente en el grupo como uno más.

La historia de la fanfarre ha estado marcada por actuaciones en eventos internacionales y momentos memorables, como la participación en el Mundial de baloncesto en Toronto en 1994 o la Final Four en Moscú en 2005, donde la agrupación vivió anécdotas como la dificultad para ingresar instrumentos en el pabellón o atravesar una grada llena de aficionados durante una victoria del Baskonia.

Desde sus inicios en los bajos del colegio Corazonistas, han pasado por campamentos, colaboraciones con otros grupos y actuaciones en festividades vitorianas, siempre con la filosofía de brindar diversión sin buscar beneficios económicos. Este enfoque ha generado un fuerte sentimiento de pertenencia, donde la motivación principal es el disfrute grupal y la pasión por la música.

La agrupación no solo ha sido un espacio de crecimiento musical, sino también personal, en el que integrantes de diferentes edades y vínculos afectivos conviven como una verdadera familia. Mireya y Asier, por ejemplo, forman pareja y sus hijos ya participan en la fanfarre desde pequeños, contribuyendo a que esta tradición musical siga transmitiéndose de generación en generación.

Con 40 años a sus espaldas, Biotzatarrak continúa en pleno crecimiento y aceptación. Como señala Iñaki, la diversidad de edades y la buena convivencia entre sus miembros enriquecen el grupo, que sigue siendo un espacio para divertirse y hacer comunidad. La clave de su éxito reside en la prioridad por la camaradería y el enfoque desinteresado, lejos de beneficios económicos, lo que mantiene intacto el espíritu original del grupo.

En definitiva, tras cuatro décadas de historia, la fanfarre Biotzatarrak no solo ha dejado huella en la animación de eventos deportivos y festividades, sino que también ha transformado la vida de sus integrantes, fortaleciendo vínculos, creando recuerdos y transmitiendo valores de inclusión, trabajo en equipo y pasión por la música que perduran en el tiempo.