Corberán implementa un esquema táctico flexible con variantes en defensa y salida de balón
Carlos Corberán apuesta por un sistema táctico versátil, adaptándose a diferentes situaciones y fortaleciendo aspectos clave en la salida y defensa del equipo.
El esquema táctico de Carlos Corberán destaca por su alta movilidad y capacidad de adaptación a las diferentes situaciones que se presentan en un partido de fútbol. Durante el encuentro, el sistema puede variar entre una defensa de cuatro y una línea de cinco, lo que permite cambios tácticos que aportan flexibilidad y sorpresa a la estrategia del equipo. Esta liquidez en el esquema facilita la implementación de diversas variantes, como el uso de terceros centrales o la modificación de los carriles en función del momento del juego.
Una de las principales necesidades identificadas por el cuerpo técnico es contar con un central zurdo que potencie la salida de balón por el lado izquierdo. La salida de Yarek, que no estaba en los planes de Corberán y ya ha sido confirmada, refuerza esta carencia. En los partidos amistosos se ha intentado reforzar esta zona con una línea de cinco, donde el defensa Copete desempeña un papel fundamental.
Copete, que ha disputado numerosos minutos como central izquierdo en el Mallorca bajo las órdenes de Javier Aguirre, es un jugador impetuoso, agresivo y muy activo en la recuperación de balón, con tendencia a salir de su zona para recuperar y generar peligro. Su perfil como central zurdo es ideal para mejorar la salida por ese lado, beneficiando especialmente a jugadores como Gayà y Diego López. Contar con un central con estas características facilitaría envíos largos y una mejor salida por la banda izquierda, permitiendo que los extremos se sumen al ataque en diferentes fases del juego.
En la zona central, se prevé que Jude Bellingham y Tárrega ocupen los puestos principales en la línea de tres defensas, compitiendo por un puesto que también podría cubrir Diakhaby en caso de necesidad. La presencia de un central zurdo como Copete proporcionaría mayor equilibrio y opciones tácticas al equipo, facilitando transiciones rápidas y salidas largas que potencien la peligrosidad por las bandas, especialmente la de Gayà, creando un panorama más completo en la estrategia defensiva y ofensiva del conjunto.