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La canción 'Lodo' de Xoel López, símbolo emocional del Deportivo, refleja la historia y lucha del club sin ser un himno oficial

Una canción ajena al fútbol ha logrado convertirse en un símbolo emocional para la afición del Deportivo, reflejando su historia de lucha y esperanza.

Descripción

No todas las canciones que se cantan en los estadios nacen con la finalidad de representar un sentimiento de afición hacia un equipo. Muchas veces, estas melodías llegan por su conexión emocional, más allá de que mencionen directamente al club, sus colores o su estadio. En A Coruña existe una canción que, aunque no habla de fútbol ni menciona el nombre del Deportivo, logra que cada deportivista se sienta identificado cada vez que suena. Se trata de «Lodo», de Xoel López, una obra que, sin buscarlo, se ha convertido en un símbolo emocional ligado a la historia reciente del club.

En sus letras, López describe: «Si estás atrapado en las sombras, aguarda, del lodo crecen las flores, más altas», frase que para quienes siguen al Dépor tiene un significado profundo, simbolizando la caída, la lucha y la esperanza de un equipo que se rehace desde el barro sin perder su esencia. Esta canción fue compuesta por el músico coruñés desde una perspectiva muy personal, sin tener en mente el fútbol, pero sus palabras reflejan sentimientos universales como la lucha, el dolor y la belleza oculta en la adversidad, emociones que el deportivismo comparte plenamente.

Este fenómeno de conexiones emocionales con canciones ajenas al mundo del fútbol no es exclusivo del Deportivo. Por ejemplo, en Ferrol, «Ferrol», de Los Limones, expresa el orgullo de las personas que se resisten a abandonar su ciudad en momentos de dificultad. A nivel europeo, himnos como «You’ll Never Walk Alone» —estrella en Liverpool, Celtic y Borussia Dortmund— o «Blue Moon», del Manchester City, que además ha adoptado «Wonderwall», de Oasis, ejemplifican cómo algunas melodías se convierten en estandartes de resistencia, esperanza y orgullo, más allá de su origen original.

En otras ligas se adoptan canciones que, aunque no fueron creadas específicamente para el fútbol, adquieren un carácter simbólico. En Londres, las aficiones del Arsenal adaptaron «The Angel», de Louis Dunford, en «North London Forever», una declaración emocional que llena de orgullo a sus seguidores y que se corea con intensidad en el Emirates Stadium. Por otra parte, «I’m Forever Blowing Bubbles», del West Ham, popularizada en la cultura popular y en el cine, es uno de los himnos más reconocidos en Inglaterra y representa un símbolo de identidad ante la adversidad.

También en Escocia, «Sunshine on Leith», de The Proclaimers, se convirtió en un canto que expresa orgullo y cariño por Edimburgo, particularmente tras la victoria en la Copa de 2016, después de 114 años de espera. Muchas de estas canciones han sido apropiadas por las aficiones en base a su espíritu y significado emocional, más allá de si mencionan al equipo o a una ciudad. En ese sentido, el ejemplo del Deportivo es pertinente; aunque aún no ha ocurrido de forma masiva, la canción «Lodo» ya refleja ese sentimiento de resistencia y autenticidad que caracteriza al club y a su afición.

El cuerpo de seguidores del Deportivo de La Coruña todavía no ha adoptado oficialmente «Lodo» como un cántico de estadio, pero posiblemente ya tenga en su interior una banda sonora que refleja su alma. La canción simboliza un estado de ánimo y un camino de superación que, sin necesidad de un himno oficial, expresa la esencia de un club que aprendió a florecer desde abajo sin renunciar a su identidad. Quizá, sin saberlo, ya cuente con una banda sonora que capta la lucha y la esperanza que definen a su afición, y que solo necesita que esa conexión se transforme en un canto compartido.