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El Bisbal Bàsquet vence al Sant Antoni y suma su cuarta victoria en la 2a FEB

El Sol Gironès superó a un rival duro y alcanzó su cuarta victoria en la 2a FEB, destacando la actuación de Cabrera y Dibba.

Descripción

El Sol Gironès logró su cuarta victoria en la 2a FEB, la segunda en casa, a pesar de las ausencias de Mateu y Torrent. El partido, lleno de alternancias, se tornó complicado para los locales, quienes llegaron a perder por 10 puntos al inicio de la segunda mitad (45-55). Sin embargo, la actuación destacada de Cabrera, que anotó 21 puntos, y de Dibba, quien contribuyó con 7 puntos y 15 rebotes (22 de valoración), ayudó al equipo a mantener el impulso y alcanzar un récord de 4-2 en la clasificación.

El encuentro comenzó de forma prometedora para los locales, con Valera anotando un tiro adicional y un inicio de 8-0 en menos de dos minutos. Solé, con dos triples consecutivos, permitió que el Sol Gironès alcanzara una ventaja máxima de 32-19 al final del primer cuarto. Sin embargo, el control del partido se fue desplazando hacia el equipo eivissenc, que logró empatar a 43 puntos al final de la primera mitad, cerrando con un parcial de 0-8.

Durante el tercer cuarto, el Sol Gironès enfrentó un duro parcial en contra que llegó a ser de 2-15, lo que situó el marcador en 45-55 tras una esmaixada de Taiwo. No obstante, los locales no se dieron por vencidos. Con un triple de Solé y otro de Toni Espinosa, se mantuvieron con vida en el partido, empatando a 67 puntos a falta de 8:29 minutos. Juan Nikolov y los hermanos Espinosa permitieron que el equipo volviera a tomar la delantera (71-69).

Con un explosivo 16-2 a su favor, el Sol Gironès tomó una ventaja de 74-69, aunque las pérdidas y los tiros libres del equipo eivissenc complicaron la situación. Cabrera volvió a tomar la iniciativa con un tiro y luego, Dibba rompió el empate a 77 a 1:18 del final. Nikolov amplió el margen y, tras una buena defensa, se forzaron falsos libres para sellar el partido con un marcador final de 86-77. Este emocionante cierre de partido fue celebrado por los aficionados, que vieron cómo el Pavelló Vell volvía a llenarse de energía y euforia.