Salvador Plana Giménez, el 'Papa del Valencia', sigue soñando con una final del club a sus 78 años
Con años de pasión y lealtad, Salvador Plana Giménez sigue soñando con vivir otra final del Valencia, siendo un símbolo del valencianismo.

Salvador Plana Giménez, conocido popularmente como el «Papa del Valencia», es una figura emblemática del valencianismo y un símbolo inconfundible en las finales del club. Con 78 años, natural de Albalat de la Ribera y padre de dos hijos valencianistas, ha asistido a todas las finales del Valencia CF desde 1995, excepto a la de París, por principios. Su pasión por el equipo y su carácter único lo han llevado a viajar a diferentes ciudades como Madrid, La Cartuja, Milán, Gotemburgo y Sevilla para acompañar al club en los momentos más importantes de su historia reciente.
En cada una de estas finales, Salvador se viste con un traje de Papa, símbolo de su fervor e identificación con el equipo, y es una presencia habitual entre la afición, que lo reconoce y admira en todos los eventos. Su presencia no solo es física, sino también emocional, ya que durante los partidos ha protagonizado multitud de momentos de alegría y amistad, recibiendo muestras de cariño incluso en el extranjero, como en República Dominicana.
A pesar de su edad y de problemas en la pierna, Salvador mantiene la ilusión de volver a ver al Valencia en una final. Aunque ha sido sometido a varias operaciones y necesita una prótesis, asegura que si el equipo juega una final, él estará presente, prometiendo su asistencia pese a las dificultades físicas. Sin embargo, se muestra crítico con la gestión del club y, en particular, con la figura de Peter Lim, a quien atribuye una visión equivocada y poco comprometida con la afición. Salvador expresa su deseo de que el Valencia recupere su brillantez y vuelva a disputar finales en un futuro cercano.
En su opinión, el mejor entrenador que ha tenido el Valencia en los últimos tiempos es Andrés Corberán, a quien valora positivamente por su dirección y buen camino. Además, destaca la importancia de fichar jugadores veteranos y, en especial, admira a Pepe Claramunt, considerado su ídolo por su calidad y carácter, así como por la relación que mantiene con él, alimentada por recuerdos y un profundo respeto.
Salvador también ha transmitido su amor por el Valencia a sus hijos y continúa soñando con una final que le permita volver a vivir la emoción que solo el fútbol puede ofrecer. Para él, la afición valencianista es la mejor y merece que el club vuelva a estar en los grandes momentos europeos y nacionales, acompañando siempre al equipo con pasión incondicional.