El partido entre Villarreal y Levante en Valencia podría suspenderse debido a fuertes lluvias y alerta roja por lluvias torrenciales
El encuentro en Valencia enfrenta posible suspensión por lluvias intensas que complican el desarrollo del partido y generan alerta roja en la región.
El encuentro entre Villarreal y Levante, programado para hoy a las 18:30 en Valencia, tiene una alta probabilidad de suspensión debido a las fuertes lluvias y alertas meteorológicas en la región. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) elevó a nivel rojo el aviso por lluvias intensas y torrenciales, con acumulaciones de hasta 180 litros por metro cuadrado en 12 horas, una situación que recuerda a la ocurrida en septiembre pasado durante otro partido en Valencia.
Desde temprano, las autoridades locales y el Ayuntamiento de Valencia solicitaron a LaLiga la suspensión del partido ante la previsión de lluvias persistentes y peligrosas. Protección Civil también emitió una alerta de riesgo de inundaciones en zonas costeras, recomendando evitar desplazamientos y áreas inundables. Durante la tarde, AEMET aumentó la alerta de naranja a roja en el litoral norte y sur de Valencia, señalando una situación muy adversa en las próximas 36 horas, con lluvias que pueden ser persistentes y torrenciales.
Mientras tanto, el Villarreal, que viajó ayer a Valencia, sigue atento a las decisiones oficiales. La plantilla entrenó en su ciudad deportiva y se concentró en la capital valenciana, a la espera de confirmar si el partido podrá disputarse. El club y la afición que tenía previsto acudir a Valencia para apoyar al equipo en esta cita importante enfrentan la incertidumbre sobre si las condiciones meteorológicas permitirán el encuentro.
La situación de riesgo también fue advertida por Protección Civil mediante un mensaje en el que alertaba sobre posibles inundaciones en zonas costeras, solicitando evitar desplazamientos. Debido a las condiciones, la celebración del partido se considera casi imposible, aunque oficialmente aún no hay un anuncio definitivo. En caso de aplazamiento, las partes deberán acordar una nueva fecha teniendo en cuenta la programación de los próximos partidos de ambos equipos, que también tienen compromisos en la Copa del Rey, lo que complica aún más la reprogramación.