José Joaquín Brotons, referente del periodismo deportivo en España, revela su aversión al fútbol y su visión sobre la evolución del deporte y los medios
Reconocido periodista deportivo, Brotons revela su relación personal con el fútbol y su opinión sobre los cambios en el periodismo y la profesión.

José Joaquín Brotons, nacido en Barcelona en 1955, ha sido un referente del periodismo deportivo en España, siendo la única persona viva que ha dirigido los cuatro principales carruseles de la radio española: Carrusel Deportivo, Tiempo de Juego, Tablero Deportivo y Radio Estadio. A pesar de su dilatada trayectoria en medios tradicionales y su pasión por la comunicación, confiesa que odia profundamente el fútbol, deporte que ha cubierto y analizado desde una perspectiva profesional más que personal.
En octubre de 2019, Brotons se mudó a Gijón por motivos personales, enamorado de su entorno natural, la gastronomía y la calidad de vida que ofrece Asturias. Asegura que su decisión de asentarse allí ha superado sus expectativas y que le ha brindado años de vida y bienestar. Aunque no es aficionado al fútbol, se ha integrado en la comunidad y ha llegado a ser socio del Sporting de Gijón, asistiendo a algunos partidos en el estadio El Molinón, aunque prefiere seguir los encuentros en televisión, ya que no siente el mismo vínculo con el equipo en el estadio.
Su pasión por comunicar se remonta a su juventud, cuando comenzó en Radio Barcelona y en la Cadena SER, motivado por su amor a explicar y su interés por el deporte y la información. Aunque reconoce que el periodismo deportivo ha cambiado mucho desde los años 80 y 90, lamenta que actualmente prevalece un periodismo de “forofismo” y una radio que ha involucionado al convertirse en un producto coral, alejándose de la esencia personal y de autor que caracterizaba a la radio clásica, ejemplo que pone en José María García.
Brotons expresa su desacuerdo con la forma en que los clubes de fútbol protegen sus secretos, blindándose mediante gabinetes de prensa y limitando las comunicaciones con los medios, lo que, en su opinión, favorece la estrategia de marketing sobre la transparencia. Además, asegura que en su época como profesional mantenía relaciones cercanas con deportistas y periodistas, charlando, viajando y entrevistando con un contacto más directo que el actual, dominado por relaciones institucionales y de representación.
En cuanto a la evolución del fútbol, destaca la importancia de jugadores diferenciales y menciona a Messi y Lamine Yamal como verdaderas joyas que marcan la diferencia en el campo. De Yamal destaca su capacidad para sorprender y su gran potencial, compartiendo el entusiasmo con otros como Pedri o Vinícius, aunque reseña que aspectos de comportamiento en el vestuario a veces ensombrecen esas cualidades.
Respecto a su equipo, el Deportivo de La Coruña, expresa una profunda admiración, recordando con cariño la final de Copa que el equipo le ganó al Real Madrid. A pesar de la difícil situación actual del cuadro gallego en Segunda División, confía en que el Deportivo volverá a Primera, considerando que merece estar allí por su historia y su nivel competitivo. Además, destaca la dificultad y la competencia feroz que existe en la liga de plata, comparándola con la Premier League por su imprevisibilidad.
Su visión sobre los futbolistas actuales es que todos aspiran a ser jugadores diferenciales que puedan emocionar y marcar la diferencia. Menciona especialmente a Lamine Yamal, a quien considera un jugador que entrega algo insospechado y atractivo, y que representa el perfil de futbolista que lo enamora. Además, subraya el talento de Yeremay, joven promesa del Deportivo, con gran futuro por delante, aunque advierte sobre la importancia de no presionarlos demasiado para que puedan consolidar su talento.
Por último, Brotons hace una reflexión sobre el valor de la historia del Deportivo y otros clubes históricos, resaltando que la historia se escribe con grandes jugadores y buenos proyectos deportivos. También enmarca la Segunda División como una liga competitiva y apasionante, donde cualquiera puede liderar la clasificación, y concluye que la evolución del fútbol y del periodismo deportivo en España pasa por recuperar la cercanía y la calidad de los relatos, dejando atrás las estrategias de marketing que muchas veces distancian al deporte de su esencia.