Jon Uriarte defiende abiertamente los intereses del Athletic y critica la falta de transparencia en el fútbol español
Jon Uriarte denuncia la opacidad del fútbol español y defiende con contundencia los intereses de su club frente a los escándalos recientes.
Mientras en Bilbao el presidente del Athletic Club, Jon Uriarte, se muestra contundente y directo en la defensa de los intereses de su equipo, en otros clubes como el Espanyol reina un silencio que muchos califican de cómplice y frustrante ante los abusos y escándalos que azotan el fútbol. Uriarte no ha escatimado en expresar su opinión sobre los temas controvertidos que afectan al deporte, lo que le ha valido reconocimiento por su claridad y valentía.
En sus declaraciones, Uriarte abordó asuntos como los pagos a Negreira, las inscripciones de jugadores, el uso de palancas y las problemáticas políticas que rodean estas prácticas, señalando que la afición está cansada, confundida y desconfiada respecto a la veracidad y las posibles consecuencias de estos escándalos. «La gente está cansada. Negreira, palancas, inscripciones de jugadores… son cosas raras», afirmó, destacando que los aficionados no saben si estos hechos son reales o si finalmente tendrán alguna repercusión.
El presidente del Athletic también reflexionó sobre situaciones relacionadas con su propio club, como la contratación de Iñigo Martínez, fichado como uno de los jugadores de mayor valor en la plantilla y que posteriormente quedó sin equipo tras salir en libertad, así como los rumores persistentes de que un futbolista del club podría haber sido tentado por su rival. «La consecuencia de todo eso es lo que se vio en San Mamés», señaló Uriarte, quien además criticó la falta de acción concreta ante los problemas acumulados.
Mientras tanto, en el Espanyol la directiva sigue enfrentando golpes y rumores sin responder, dejando en evidencia cómo la falta de transparencia y el silencio alimentan la desconfianza generalizada en el fútbol actual. La diferencia radica en la valentía de dirigentes como Uriarte, que no temen decir la verdad y enfrentarse a los escándalos, algo que, en palabras del propio presidente, «parece ser un lujo al alcance de muy pocos» en la actualidad.