El Deportivo de La Coruña despide emotivamente a Suso Méndez tras 40 temporadas en el club
El club Deportivo de La Coruña rindió homenaje a Suso Méndez, símbolo del club y testigo de sus momentos más históricos y difíciles.
En un emotivo acto que marcó el cierre de la temporada, el Club Deportivo de La Coruña despidió a su icónico utillero Suso Méndez, quien estuvo ligado a la institución durante 40 temporadas. El último partido en Riazor adquirió un tono especial, con homenajes y reconocimientos a la trayectoria de una de las figuras más queridas del club.
Antes del inicio del encuentro, los capitanes Jaime y Pablo Martínez fueron ovacionados por la afición en reconocimiento a su liderazgo. Durante el descanso, le llegó el turno a Suso, que recibió un caluroso pasillo de sus compañeros, incluidos aquellos que ya no forman parte del club pero compartieron vestuario con él. La plantilla actual agradeció públicamente en vídeo el trabajo de Suso, fundiéndose en un emotivo abrazo en medio del aplauso de la grada y la proyección de un vídeo con imágenes de jugadores y exjugadores del equipo coruñés que se reprodujo en los videomarcadores.
La afición también rindió homenaje a Suso con una pancarta en la grada de Marathón Inferior que decía: «Suso, unha vida en branco e azul». En este acto se recordó la larga historia del utillero en el club, desde su llegada en la temporada 1985–86, en la que participó en la época más gloriosa del Deportivo, hasta los difíciles años en los que el equipo militó en categorías inferiores, incluyendo cuatro temporadas en la categoría de bronce. En total, Suso vivió y fue testigo de la conquista de seis de los siete títulos del club, destacando que la Copa de 1912, la única que falta en su vitrina personal, se disputó antes de su incorporación a la disciplina deportivista.
Su trayectoria abarca los momentos más dorados y los periodos más oscuros del club, incluyendo los últimos años en divisiones inferiores, antes de la recuperación deportiva del equipo. La comunidad del Dépor, tanto en el campo como en las gradas, expresó su reconocimiento y cariño hacia un hombre que fue más que un utillero, convirtiéndose en símbolo y parte fundamental de la historia del club herculino. Con lágrimas y sonrisas, todos despidieron la figura de Suso, que deja atrás una huella imborrable en el corazón de la afición y en la historia del Deportivo de La Coruña.