Monte Morris llega al Olympiacos tras una carrera en la NBA y conexiones con España
El fichaje de Monte Morris por Olympiacos demuestra cómo el baloncesto une historias y caminos en distintos continentes, consolidando su carácter global y competitivo.
Hace ya varias décadas que el mundo del baloncesto demuestra lo pequeño que puede ser, especialmente cuando las conexiones entre jugadores, entrenadores y clubes se entrelazan de formas sorprendentes. La llegada de Monte Morris al Olympiacos, tras su destacada carrera en la NBA, es otro ejemplo de cómo las historias en el deporte se cruzan de manera inesperada y fascinante.
A sus 30 años, Morris llega procedente de la liga estadounidense con una experiencia de ocho temporadas en la NBA, donde disputó 426 partidos y promedió 9,4 puntos, 3,6 asistencias y 2,3 rebotes por encuentro. A lo largo de su carrera ha militado en equipos como Denver Nuggets, Washington Wizards, Detroit Pistons, Minnesota Timberwolves, Phoenix Suns e Indiana Pacers, consolidándose como un jugador fiable en la competición más exigente del mundo.
Su historia en el draft de 2017, celebrado en Brooklyn, ilustra cómo el destino puede jugar sus cartas. Morris fue seleccionado en la posición 51 por los Denver Nuggets, a pesar de haber estado en el green room junto a otros talentos internacionales como Frank Ntilikina, elegido en la posición 8 por los New York Knicks, y Tyler Dorsey, seleccionado en el puesto 41 por los Atlanta Hawks. En ese momento, Morris ya tenía fuertes vínculos con España, ya que durante su etapa universitaria en Iowa State compartió vestuario con Naz Mitrou-Long y Giorgos Tsalmpouris, quienes también jugaron en clubes de nuestro país.
El camino al draft fue emotivo y lleno de simbolismos para Morris. La noche previa a la elección visitó la tumba de su abuela, Shirley Fay, en Sunset Hills, para buscar fuerza e inspiración. La decisión final lo situó en Denver, en una noche que, aunque inicialmente no fue la ideal, marcó el comienzo de un capítulo importante en su carrera. Desde sus inicios en el baloncesto universitario, Morris mantuvo vínculos con España, país que conoció a través de sus compatriotas y que siempre tuvo presente en sus sueños profesionales.
Tras su paso por la NBA y diferentes equipos, Morris llega a Europa con la intención de aportar su experiencia y liderazgo al Olympiacos, club que en su historia ha acogido a diversos jugadores con trayectorias en la NBA y en otros grandes clubes internacionales. Aunque los nuevos retos en la Euroliga representan un paso desconocido, Morris cuenta con la familiaridad de un entorno competitivo y con la responsabilidad de seguir destacando en su carrera internacional.
Este movimiento reafirma el carácter global del baloncesto, donde las historias y conexiones se fortalecen y donde cada jugador, independientemente de su origen, puede dejar huella en diferentes continentes. Con Morris en sus filas, Olympiacos suma experiencia, talento y un ejemplo de perseverancia que seguramente inspirará a sus nuevos compañeros y seguidores.