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Milos Teodosic anuncia su retirada del baloncesto tras una carrera llena de logros y momentos memorables

Milos Teodosic cierra una etapa llena de éxitos y momentos memorables, dejando un legado en el baloncesto internacional y en sus seguidores.

Descripción

Todas las cosas buenas llegan a su fin. Lo mismo ocurre con el impresionante Milos Teodosic. El serbio anunció su retirada del baloncesto con un mensaje emotivo. Jugó, por este orden, en FMP, Čačak, Olympiacos, CSKA Moscú, Los Ángeles Clippers, Virtus Bolonia y Estrella Roja, poniendo el punto final a su carrera a los 38 años. Con los de El Pireo conquistó las Copas de 2010 y 2011, y en 2010 fue nombrado MVP de la Euroliga. En 2016 ganó la Euroliga con el CSKA.

Kevin Durant llegó a decir que Milos había hecho el mejor pase que había visto jamás y que, además, era el mejor pasador de la historia. Un cumplido extraordinario para un auténtico mago en la cancha que encontraba la manera de pasar el balón por el ojo de la aguja.

Esta es su declaración completa en los medios serbios:

«Queridos amigos, respetados seguidores y aficionados al baloncesto:

Antes que nada, gracias por 30 años de lucha compartida, disfrute, alegría y tristeza. Ha llegado la hora de despedirme de una etapa de mi amor por este juego mágico.

Detrás de mí, detrás de nosotros, hay mucho deseo, esfuerzo y sacrificio. Trofeos ganados, pero también finales perdidos. Todo es baloncesto y todo es vida. Y no cambiaría nada de ello: ¡cambiaría todo, pero volvería a elegir lo mismo!

Gracias a Valjevo, a mi Serbia. Y a todos los entrenadores con los que tuve la oportunidad de aprender baloncesto. Todavía no lo he aprendido del todo. Ella y yo seguiremos intercambiando conocimientos y experiencias durante mucho tiempo más. Para el resto de la vida.

No daré demasiada importancia a personas, momentos decisivos ni partidos más importantes… porque cada uno de esos «detalles» (entrenadores, compañeros) fue clave para mi carrera.

Mi mayor gratitud es para mi familia. Y mi mayor orgullo está con ellos. Últimamente he comprendido que la mayor ventaja de mi carrera es tener algo que mostrar a mis hijos. Ojalá crezcan un poco más… Estaré delante de ellos y seré el más completo.

No quiero cometer un error personal al final, así que envío un mensaje colectivo: «Un enorme GRACIAS a todos, literalmente a cada compañero. Todos me hicieron mejor jugador. Lo recuerdo».

Todos jugamos para los aficionados y por ellos. Por eso, también les doy las gracias, sinceramente y desde lo más profundo de mi corazón. Disfrutaron los aplausos y el apoyo. Las críticas fueron un estímulo, y los pitos, más intensos. Independientemente del club, el aficionado siempre exige respeto a quienes entran en la cancha.

Durante mi carrera no leí muchos comentarios ni presté atención a las redes sociales, pero sentí cada suspiro en la pista. Y cada dolor. De ahí viene la inspiración que te impulsa a ser mejor.

Y ahora, para no apartarme mucho de mí mismo —y siendo sabido que no suelo mostrar mucho mis sentimientos en público— quiero compartir lo siguiente: quiero que se sepa que terminé mi carrera en un club que ocupa un lugar dominante en mi corazón.

Por mi amor a Serbia, por jugar con su escudo y bajo mi querida tricolor, lo dije todo en la pista. Las palabras no pueden describir esa sensación única y maravillosa que aún hierve dentro de mí. Mi patria será siempre la más importante y querida.

Una vez más, gracias, baloncesto. Nos volveremos a ver, solo que sin zapatillas deportivas, camisetas y pantalones cortos».