Castolo FC

Marc y Núria, una pareja apasionada que apoya y comparte su afición por el Baxi Manresa en cada paso

Una historia de dedicación y amistad que demuestra cómo la pasión por el baloncesto une vidas y fortalece una comunidad de seguidores fieles.

Descripción

Marc y Núria llevan cuatro años apoyando al Baxi Manresa, una pasión que han convertido en parte fundamental de sus vidas y que les ha permitido formar una comunidad de aficionados fieles y entregados. Desde que conocieron el club, han asistido a numerosos partidos, tanto en Cervera como en distintas ciudades, compartiendo viajes, camisetas y experiencias con otros seguidores, y fortaleciendo relaciones cercanas con jugadores y afición por igual.

Su vínculo con el baloncesto va más allá del simple apoyo: Marc, quien fue jugador, entrenador y árbitro, se ha conectado emocionalmente con el club, mientras que Núria, que empezó a interesarse en 2006 durante su etapa en Caixa Manresa, vio nacer en ella un amor creciente por el deporte. Ambos coincidieron en vivir en la capital del Bages y, posteriormente, en Cervera, lugares desde los cuales no han dejado de manifestar su pasión y compromiso con el equipo.

Este arraigo les llevó a convertirse en socios del club tras asistir a un partido en Bilbao en la Final Four, y desde entonces han sido visitantes habituales, incluso en encuentros fuera de España. Su interés por el baloncesto y el Baxi ha alimentado grandes amistades, como la de una familia de Copons con la que compartieron experiencias en diferentes desplazamientos, e incluso viajes en autocaravana por varias ciudades.

Su historia está marcada por momentos destacados, como la victoria en Badalona con un triple de Steinbergs o la goleada ante Unicaja en casa. Además, mantienen tradiciones como portar una bufanda del Baxi en cada desplazamiento y cambiarla con la afición local, siendo sus intercambios con la penya Espíritu 23 de La Coruña uno de sus recuerdos favoritos.

La buena relación con los jugadores, especialmente con Massa, Vescovi y Obasohan, se ha consolidado con conversaciones al final de los partidos y pequeños gestos de amistad, como la búsqueda de un regalo por parte del belga Massa. Durante la temporada, estos vínculos les han permitido sentirse aún más parte del equipo y de su comunidad.

Con el fin de la temporada, la pareja se prepara para la expectativa de la siguiente, manteniendo viva su pasión a través de fotos, camisetas y bufandas en casa, y proyectando futuros viajes y encuentros. La conexión que han desarrollado con el baloncesto y su club se ha convertido en un lazo que trasciende la pista, un ejemplo del impacto que puede tener un deporte en la vida de la afición.