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El Valencia y Gijón combinan historia y modernización en sus estadios para la candidatura del Mundial 2030

Valencia y Gijón buscan equilibrar tradición y modernización en sus estadios para fortalecer sus candidaturas al Mundial 2030.

Descripción

Este martes, el Valencia CF se enfrentará al Sporting de Gijón en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, en un escenario lleno de historia y tradición. El Molinón, inaugurado en 1908, es el estadio más antiguo del fútbol profesional en España, con más de 115 años de historia. Por otro lado, el Camp de Mestalla fue inaugurado en 1923 y es uno de los símbolos históricos del fútbol valenciano, aunque actualmente está en proceso de renovación y contará con un nuevo estadio, el Nou Mestalla, cuya construcción ha estado paralizada durante más de 15 años y se prevé que entre en funcionamiento en la temporada 2027–28.

El Valencia ha expresado su intención de abandonar Mestalla en favor del nuevo estadio, debido a las limitaciones y el estado actual del campo, tras una larga historia que comenzó en la década de 1920. La propuesta del club para el futuro contempla la reanudación de las obras del Nou Mestalla, tras la reactivación en enero de 2025, con la esperanza de modernizar las instalaciones sin perder su esencia histórica.

Estos dos estadios, además de su valor histórico, comparten una conexión con eventos trascendentales del fútbol y la sociedad en España. El Molinón fue sede del Mundial de 1982, acogiendo partidos de Alemania Federal, mientras que Mestalla también fue escenario de encuentros de la selección española en este evento. La historia del fútbol en ambas ciudades está marcada por momentos memorables y su participación en grandes eventos internacionales.

En 2025, la aspiración de que ambas ciudades sean sedes de la Copa del Mundo de 2030 ha reavivado el interés en sus estadios. Sin embargo, la candidatura de Valencia se vio afectada por negligencias administrativas que impidieron que su proyecto fuera incluido entre las sedes seleccionadas, tras enviar a la FIFA un bid book que fue rechazado. Gijón, por su parte, también quedó fuera tras superar un primer corte de 15 candidaturas, debido a las propuestas de remodelación que buscan respetar su historia y esencia, sin perder su identidad como símbolo social y cultural para la ciudad.

Mientras tanto, las propuestas de reforma en Gijón y Valencia reflejan el equilibrio entre la conservación del patrimonio y la modernización de las instalaciones deportivas. En Gijón, los estudios de remodelación han buscado mantener la huella emocional del estadio, conservando su estructura original y su capacidad, adaptándose a las necesidades futuras. En Valencia, diferentes grupos y asociaciones han impulsado iniciativas para continuar con las obras del Nou Mestalla, conscientes de la importancia de mantener vivo su legado deportivo y social.

Más allá del fútbol, ambos estadios han sido escenario de eventos culturales, sociales y comunitarios. El Molinón y Mestalla han recibido mítines, conciertos, ferias y exposiciones, así como actividades solidarias como la recogida de alimentos para personas afectadas por desastres recientes. Estos espacios continúan siendo símbolos de identidad, historia y unión para sus respectivas comunidades, reflejando su papel mucho más allá de la esfera deportiva.