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El Mallorca refuerza su solidez defensiva en visita de Primera División bajo la dirección de Antonio Hidalgo

El Mallorca demostró su carácter defensivo y estrategia táctica en una visita que reafirma su solidez y ambición en Primera División.

Descripción

La visita de un equipo de Primera División siempre representa un atractivo especial para cualquier club y sus jugadores, que buscan reivindicarse. En esta ocasión, el Mallorca, un equipo que tras una eliminatoria hace seis años logró mantener su presencia en la máxima categoría, volvió a demostrar su solidez en el terreno de juego, generando interés y orgullo en plantilla y seguidores.

El técnico Antonio Hidalgo introdujo rotaciones y un cambio de sistema, retornando al 1-3-5-2 con balón, priorizando la solidez defensiva y dejando libertad a jugadores como Mella y Quagliata en los carriles laterales. Cristian Herrera actuó con libertad, moviéndose con flexibilidad junto a Mulattieri, quien fue la referencia en ataque. A solo 72 horas del compromiso, Hidalgo enfocó sus esfuerzos en recuperar la estructura defensiva lograda en la racha de victorias, aunque esto pareció dejar de lado las dificultades ofensivas y las destacadas intervenciones del portero rival, Parreño.

Según los análisis, el Mallorca generó la mayoría de sus acercamientos a puerta a partir de errores en la salida de balón del equipo blanquiazul, evidenciando las dudas en creatividad y construcción. Esto plantea si sería más efectivo construir desde una base defensiva sólida, utilizando el juego directo y las transiciones rápidas, en lugar de posesiones prolongadas que no se traducían en ocasiones peligrosas.

En la segunda mitad, Hidalgo decidió liberar a Noubi para tratar de cambiar el ritmo del partido, aunque esto implicó dejar desatendido el perfil derecho defensivo. Ante la ausencia de Yeremay en el campo, muchos señalaron la falta de Mella en su banda natural como una oportunidad perdida, optando finalmente por la entrada de Luismi en el carril derecho. Los cambios en el equipo mostraron una apuesta efectiva, destacando la importancia de Mario Soriano como mediocentro para mantener el juego posicional y la verticalidad en los pases, clave para la fluidez ofensiva.

En el ámbito defensivo, tanto Barcia como Noubi realizaron más de 30 acciones determinantes, mostrando concentración y esfuerzo destacables. Además, la buena labor defensiva contó con la implicación de Nsongo Bil y la reaparición de Noé Abegondo, quienes ofrecieron minutos importantes en la recuperación del balón y la organización del equipo. Como afirmó Didier Drogba, gran referente en el mundo del fútbol, «el fútbol es como la vida, un juego de decisiones y oportunidades», una filosofía que el Mallorca pareció seguir con confianza en su desempeño en el campo.