Ferran Corominas rescata al Espanyol en el minuto 91 y evita el descenso en 2006
Una jugada épica en los últimos instantes cambió la historia del Espanyol, salvándolo del descenso en un partido memorable desde 2006.

Quienes estuvieron en Montjuïc aquella noche difícil jamás olvidarán la intensidad del momento. El Espanyol, en 2006, se enfrentaba a una situación crítica, encaminándose hacia la Segunda División con un 0-0 inamovible ante la Real Sociedad, un equipo que ya no se jugaba nada. La tensión en el estadio era palpable y la esperanza parecía desvanecerse cuando, en el minuto 91, Ferran Corominas irrumpió con una jugada que se convertiría en historia.
En ese momento crucial, el fútbol dejó de ser solo un deporte y se convirtió en una cuestión de salvación para un club que había logrado la gloria meses antes, conquistando la Copa del Rey en el Bernabéu. Aquella noche, un remate desesperado de Corominas, tras un toque de Pandiani en un despeje largo de Jarque, permitió que el balón entrara en la red, logrando una victoria que salvó al Espanyol del descenso. Corría el minuto 91 y la alegría desbordó a todos los presentes, dejando en la memoria de la afición un momento épico. Corominas, con su celebración, no solo evitó que el club descendiera, sino que también se convirtió en un símbolo de esperanza y lucha en su historia.
Desde entonces, Corominas ha recordado aquella jugada como un acto a la desesperada, en el que la determinación y la confianza fueron fundamentales. La acción, que él mismo describe como no perfectamente ejecutada, fue suficiente para cambiar el destino del equipo. «Se me ponen los pelos de punta al recordarlo», afirma, todavía emocionado por aquella noche mágica. La escena incluyó correr por la pista, lanzar una silla al aire y celebrar con sus compañeros, momentos que quedaron grabados en la memoria de la afición y en la historia del club.
Hoy, 19 años después, Corominas, que estuvo en aquel partido como jugador, ha comentado cómo el contexto actual del equipo mantiene sensaciones similares de presión y nerviosismo. Consciente de la importancia de jugar con intensidad, recomienda que el Espanyol salga desde el inicio de forma agresiva, generando muchas ocasiones y manteniendo la confianza. Señala que no hay que llegar al minuto 91 con toda la responsabilidad encima y que aprovechar la presión del rival, que puede no tener nada en juego, es clave para lograr el objetivo sin sufrimientos extremos.
Además, Corominas, que ha desarrollado su carrera en clubes como Osasuna, Girona, Elche y Mallorca, y que actualmente participa en la Kings League con el equipo Ultimate Móstoles, donde disputa una final en Italia, comparte su visión de que el fútbol sigue siendo pasión y un entretenimiento que complementa con estudios en Psicología y Economía. Aunque le gustaría haber jugado toda su vida, sabe que su etapa profesional como futbolista tiene límites y ahora canaliza esa pasión en nuevas experiencias y actividades relacionadas con su formación y su afición por el deporte.