Críticas a la gestión del tiempo y decisiones arbitrales generan malestar en Elche tras el empate con Tenerife
La controversia por las decisiones del árbitro y la gestión del tiempo ha generado tensión en el Elche tras su empate con Tenerife.
El empate del Elche contra el Tenerife ha generado una oleada de frustración y malestar entre jugadores, cuerpo técnico y aficionados debido a las decisiones arbitrales y a la gestión del tiempo durante el encuentro. El técnico del equipo, en rueda de prensa, expresó su indignación por la actuación del árbitro, criticando especialmente la cantidad de minutos añadidos y las fallas en la gestión del tiempo. Calero también señaló que el árbitro, procedente de Oviedo, provocó dudas sobre su parcialidad, aunque aclaró que confía en la integridad de los colegiados, pero consideró que la selección y designación de árbitros deben ser cuidadosas para evitar sospechas y dudas.
El entrenador se mostró especialmente molesto con los seis minutos de tiempo añadido, señalando que en la segunda parte el juego quedó interrumpido durante varios minutos desde el inicio, y que los equipos se ven beneficiados o perjudicados según las decisiones arbitrales y la forma en que se administra el cronómetro. Además, manifestó que en otras ocasiones, tras torneos internacionales como la Eurocopa, se añadían hasta 12 minutos, y ahora, con solo seis, se fomenta que quienes intentan hacer trampas puedan beneficiarse. Calero criticó la falta de coherencia en la gestión del tiempo, comparando con los 20 minutos de juego efectivo en la segunda parte en Oviedo.
Las protestas por parte del equipo también se hicieron evidentes fuera del campo. Iborra, capitán y referente del Levante, mostró su malestar en la zona mixta, levantando la voz y cuestionando la suerte del equipo con las decisiones arbitrales, además de hacer referencia a la designación del árbitro López Toca, de Cantabria, y la controversia por una clara jugada no sancionada de penalti que el VAR no revisó en el partido contra el Burgos. El capitán expresó que todos los equipos se quejan y que las decisiones arbitrales, aunque no deben condicionar, en ocasiones influyen en los resultados y en la percepción del juego.
Por su parte, un jugador del Elche que también intervino en la rueda de prensa resaltó que las protestas y quejas aparecen en todos los equipos y que, si los árbitros no fueran de ciertas regiones o lugares, probablemente la percepción sería diferente. Sin embargo, se mostró abierto a la reflexión y destacó que estas condiciones, a veces, pueden condicionar el desarrollo del juego si no se gestionan adecuadamente. Además, hizo referencia a una acción en la que el portero Edgar Badía fue tocado con la mano y, aunque el árbitro fue informado por el cuarto árbitro, las normas no se aplicaron correctamente, lo que genera dudas sobre la coherencia y aplicación del reglamento en los partidos.
En definitiva, la jornada dejó en evidencia las tensiones existentes entre los equipos, la necesidad de una mejor gestión del tiempo y la importancia de la imparcialidad y precisión en las decisiones arbitrales, aspectos que tanto jugadores como técnicos solicitan revisar para mejorar la transparencia y justicia en el fútbol.