Kevin Love expresa su sorpresa por el traspaso a Utah y su deseo de mantener su carrera en la NBA
Kevin Love se muestra sorprendido por su traspaso a los Jazz, prioriza su liderazgo y sueños de continuidad en la NBA a sus 37 años.
Kevin Love sorprendió a muchos al confirmar que su traspaso de los Heat a los Jazz fue inesperado. Él mismo pensaba en cerrar su carrera en Miami, donde había establecido su hogar junto a su familia. Sin embargo, fue partícipe de un intercambio a tres bandas que también involucró a Norman Powell, quien llegó a Miami, y a John Collins, que se incorporó a los Clippers. A pesar del impacto emocional, Love destacó la naturaleza del negocio en la NBA: «Sucede. Es un negocio».
Love llegó a Miami en la temporada 2022–23, ayudando al equipo en su camino hasta las Finales como octava cabeza de serie, con promedios en playoffs de 6,9 puntos y 5,6 rebotes por partido. El proyecto de los Heat cambió tras la salida de Jimmy Butler y la llegada de Powell, quien promedió 21,8 puntos la temporada pasada, un movimiento que Love reconoció como un avance, aunque admitió que fue difícil aceptar el traspaso emocionalmente.
En Utah, Love decidió mantener su contrato en lugar de optar por un buyout, en parte debido a la lesión en el hombro de Walker Kessler, que le ha permitido disponer de más minutos en pista. A sus 37 años, el veterano ha asumido con responsabilidad el rol de liderazgo en un equipo con una edad media de 25,3 años y solo tres jugadores mayores de 30. «A veces se puede sobreestimar la influencia del veterano en el vestuario, pero creo que los Jazz lo reconocen y lo valoran», comentó.
Su principal objetivo ahora es aportar estabilidad y liderazgo, guiando a un equipo en pleno proceso de crecimiento mientras jóvenes como Lauri Markkanen y Keyonte George destacan en la ofensiva. Además, Love dejó abierta la posibilidad de terminar su carrera en Cleveland, un lugar que considera muy cercano a su corazón, donde jugó más de ocho años y medio y fue muy bien tratado.
En esta temporada, en 13 partidos, Love promedia 14,4 minutos, 7,5 puntos y 3,8 rebotes por encuentro, aportando su experiencia a un grupo en desarrollo. Su prioridad continúa siendo amar el juego y entregarse al máximo en cada rol que el baloncesto le presente, dejando claro que, a pesar de los cambios, su compromiso con el deporte permanece intacto.