Diego Ocampo analiza errores en el inicio y la influencia física y psicológica en la derrota del equipo
Análisis de Diego Ocampo revela errores clave y factores físicos y psicológicos que influyeron en la reciente derrota del equipo.

En un día en que el club ha informado que los jugadores no harán declaraciones tras el partido, Diego Ocampo ha analizado el desempeño del equipo, destacando que la derrota se resume en una pobre actuación en el primer cuarto. Según sus palabras, el equipo no jugó con el ritmo adecuado y se hundió por errores en la defensa y en la circulación del balón, principalmente en fallos en tiros fáciles y pérdidas simples que afectaron la moral. Además, el rival aprovechó bien el bloqueo directo para encontrar tiros abiertos que el equipo no logró detener eficazmente.
Ocampo explicó que al inicio del segundo cuarto el equipo perdió balones sencillos en las entregas, lo que permitió al adversario ampliar la distancia en el marcador. Aunque el equipo logró reaccionar en el tramo final, ya sin tanta presión, no fue suficiente para revertir la situación. Reconoció que, a nivel físico, el equipo podría estar llegando al límite de sus capacidades al final de temporada, ya que parecía que los rivales corrían más, y consideró que aspectos psicológicos, como la presión, también influyeron en el rendimiento.
El técnico subrayó que la responsabilidad del resultado no recae en una sola persona ni en un aspecto táctico específico, sino en el conjunto del equipo, y que es necesario trabajar para mejorar las prestaciones individuales y gestionar mejor la frustración, que en ocasiones puede bloquear el rendimiento. En cuanto al aspecto físico y mental, señaló que no se trata de una tendencia, sino de una combinación de factores que afectan la condición de las piernas y el estado psicológico, especialmente en partidos de alta exigencia.
Por último, Ocampo hizo referencia a la presión de obtener una victoria para clasificarse para los playoff, resaltando que la tensión puede ser contraproducente. Recomendó que las jugadoras y jugadores deben entender que la lucha por entrar en la postemporada no es una obligación, sino una muestra de ambición, y que mantener la tranquilidad será clave para afrontar los desafíos futuros del equipo.