La complejidad de gestionar la NBA aumenta con el crecimiento de la riqueza y personalidades fuertes de sus propietarios
La gestión de la NBA enfrenta nuevos desafíos debido al aumento de la riqueza y las personalidades diversas de sus propietarios.
La gestión de la NBA se ha vuelto cada vez más compleja y desafiante, en parte debido al crecimiento de la riqueza de sus propietarios, en su mayoría multimillonarios con personalidades fuertes y prioridades diversas. El comisionado Adam Silver compara su trabajo diario con el de «herding cats» (pastorear gatos), enfatizando la dificultad de coordinar a 30 propietarios con egos y objetivos distintos en un entorno donde el poder financiero está cada vez más concentrado.
Los propietarios de la liga poseen patrimonios elevados, con figuras destacadas como Steve Ballmer, dueño de Los Angeles Clippers, con una fortuna estimada entre 118.000 y 130.000 millones de dólares; Dan Gilbert, propietario de Cleveland Cavaliers, junto a Miriam Adelson, con patrimonios cercanos a 30.000–32.000 millones; y Joe Tsai, de Brooklyn Nets, con una riqueza que oscila entre 12.000 y 15.000 millones. Ann Walton Kroenke maneja activos valorados entre 16.000 y 18.000 millones. Incluso mercados medianos están en manos de multimillonarios como Micky Arison, dueño del Miami Heat, con un patrimonio entre 8.000 y 10.000 millones, y Tom Gores, de Detroit Pistons, con cifras similares.
La estructura de propiedad en la NBA varía significativamente. Los Golden State Warriors, por ejemplo, están liderados por Joe Lacob y Peter Guber, con una valoración cercana a 3.000–4.000 millones, mientras que los Milwaukee Bucks son gestionados por Wes Edens y Jimmy Haslam, con una valoración total que supera los 14.000 millones. Los Portland Trail Blazers permanecen en manos del Paul G. Allen Trust, con un valor aproximado de 20.000 millones. Estas diferencias reflejan una liga cada vez más competitiva pero también más compleja, ya que las decisiones sobre intercambios, gestión del tope salarial y políticas comunes requieren negociaciones entre líderes acostumbrados a tomar decisiones en otras industrias.
A pesar del poder económico de algunos dueños, existen casos de propietarios con recursos más modestos, como Vivek Ranadivé, con un patrimonio aproximado de 1.000 millones, y Peter J. Holt, cuya fortuna fluctúa entre 500 millones y 1.000 millones. La labor de Silver consiste en equilibrar los intereses colectivos con las aspiraciones de estos empresarios, en un contexto donde predominan personalidades fuertes y visibilidad pública. La transformación de la liga es evidente: de una NBA dominada por «vendeautos usados» a una competición liderada por visionarios de alto voltaje, cada uno a su manera, como un «Mark Cuban» en potencia, pero multiplicados por treinta.